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Adacen y profesionales sanitarios se unen para promover el entrenamiento de fuerza como herramienta para prevenir y rehabilitar el ictus

Con motivo de la conmemoración del Día del Ictus, la Asociación de Daño Cerebral de Navarra (Adacen) ha organizado una acción informativa en la que fisioterapeutas de la entidad, junto a personal sanitario de la Unidad del Ictus del Hospital Universitario de Navarra y del Servicio de Neurorrehabilitación de Ubarmin, simularán una sesión de entrenamiento de fuerza en el gimnasio de fuerza ubicado al aire libre en Zizur Mayor. El objetivo es concienciar a la población sobre la importancia de este tipo de ejercicio tanto en la prevención como en la recuperación tras un ictus y destacar que se puede ejercitar la fuerza en cualquier lugar, incluso en el hogar. “No es necesario acudir a un gimnasio para entrenar y cuidar la salud vascular”, señalan las entidades participantes.

“El entrenamiento de fuerza no solo mejora la movilidad o la autonomía tras un ictus, sino que es clave para prevenirlo. Está demostrado que aumenta la capacidad vascular, reduce la tensión arterial y mejora el perfil metabólico”, explican. Además, si una persona sufre cualquier problema cardiovascular, su estado de forma incidirá notablemente en su recuperación.

Aunque factores como la edad o la genética influyen, los expertos coinciden en que más del 90 % de los ictus podrían prevenirse con hábitos saludables, entre ellos la práctica regular de ejercicio físico. Tradicionalmente se ha insistido en el ejercicio aeróbico (caminar, nadar, andar o correr), pero la evidencia científica muestra que el entrenamiento de fuerza aporta beneficios adicionales: mejora la función endotelial, la elasticidad arterial, el control de la tensión y la masa muscular, todos ellos factores directamente relacionados con la prevención del ictus y de otras enfermedades cardiovasculares. Se recomienda un par de días por semana y a intervalos cortos para evitar lesiones.

Ejercicio de fuerza

La evidencia científica respalda firmemente el papel del ejercicio físico en la prevención de enfermedades cardiovasculares, incluyendo el ictus. Mientras que el ejercicio aeróbico (como caminar, nadar, andar o correr) ha sido tradicionalmente el más recomendado, numerosos estudios demuestran que el entrenamiento de fuerza aporta beneficios específicos y cruciales.

Una revisión sistemática de más de 90 estudios internacionales demuestra que la práctica regular de ejercicios de fuerza (entre 2 y 3 veces por semana) reduce significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. El seminario publicado por la Journal of the American College of Cardiology (JACC) bajo el título “Exercise for Primary and Secondary Prevention of Cardiovascular Disease” confirma que el entrenamiento de fuerza, practicado de forma regular no es un complemento, sino una herramienta esencial en la prevención cardiovascular. Según este trabajo, el ejercicio de fuerza contribuye a reducir de manera significativa la presión arterial, mejorar el control glucémico en personas con diabetes tipo 2 y favorecer un perfil lipídico más saludable. Además, potencia la función endotelial, aumenta la masa muscular magra y reduce la grasa corporal, especialmente la abdominal, un factor de riesgo directamente relacionado con las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. La evidencia científica señala que los mayores beneficios se alcanzan cuando el entrenamiento de fuerza se combina con el ejercicio aeróbico, y que ambos tipos de actividad reducen la mortalidad por todas las causas, incluyendo la cardiovascular y el ictus. En el caso de las personas que ya han sufrido un ictus, la práctica de ejercicios de fuerza mejora la fuerza muscular, el equilibrio y la capacidad funcional, contribuyendo a una recuperación más completa y a la prevención de recaídas.

Por ello, la acción de Adacen y los profesionales sanitarios busca transmitir un mensaje claro: “esta instalación salva vidas”, en referencia al mobiliario urbano o los gimnasios al aire libre, que pueden convertirse en espacios accesibles para entrenar fuerza y cuidar la salud a cualquier edad. Los pacientes que han tenido un evento vascular reciente (angina de pecho, infarto, ictus) o tienen una hipertensión arterial o diabetes no controladas deben hacer este tipo de ejercicio con las recomendaciones que le haga su médico y con supervisión.

El ictus en Navarra

Cada año se diagnostican en Navarra más de 1.000 nuevos casos de ictus, según datos del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea. Se trata de una de las principales causas de mortalidad y discapacidad adquirida en adultos. En España, el ictus provoca alrededor de 120.000 casos anuales, siendo responsable del 30 % de las muertes por enfermedades cardiovasculares.

Aunque la incidencia ha descendido significativamente en los últimos años, situando a la Comunidad Foral entre las regiones europeas con tasas más bajas, el ictus sigue siendo una de las principales causas de discapacidad. Los datos revelan que es un 60% más frecuente en hombres que en mujeres, y aunque la mortalidad global ha disminuido, este descenso no se ha observado en la población menor de 65 años, lo que subraya la necesidad de reforzar la prevención desde edades tempranas.

Fuente: ADACEN