- Con motivo Día Internacional de las Personas con Sordoceguera, que se celebra el 27 de junio
Las personas con sordoceguera que viven en Navarra reclaman su lugar en la sociedad como unos ciudadanos más y recuerdan sus necesidades especiales para lograr la inclusión y la autonomía plenas. Con motivo del Día Internacional de las Personas con Sordoceguera suben su voz a cinco millones de cupones para dar a conocer su realidad.
Para celebrar este día, en la carpa que celebra la Semana del Grupo Social ONCE Navarra 2025, ha tenido lugar un emotivo acto de homenaje a estas personas, en el que ha participado el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, que entregó a Milagros González, profesional especialista de sordoceguera de zona única (Aragón, La Rioja y Navarra), una lámina enmarcada del cupón que la ONCE dedica a estas personas.
En este mimo evento, Alicia Echeverría Jaime, delegada del Gobierno de España en Navarra, entregó a Inmaculada Unzue Goñi, afiliada a ONCE Navarra con sordoceguera, otra lámina conmemorativa de este cupón. Y Mariluz Sanz Escudero, presidenta del CERMIN, entregó a Joseba Diaz Garcia, afiliado a ONCE Navarra con sordoceguera, una lámina similar.
Estuvieron acompañados en este homenaje por Mª Pilar Herrero Jiménez, presidenta del Consejo Territorial de la ONCE en Navarra, y Valentín Fortún Arriezu, delegado de la ONCE en la Comunidad Foral.
La sordoceguera afecta a 15 de cada 100.000 habitantes
La sordoceguera es una discapacidad única que surge como consecuencia de la combinación en una misma persona de una discapacidad visual y auditiva, lo que acrecienta su riesgo de aislamiento y dificulta la comunicación y otras acciones.
Esta situación afecta a 15 de cada 100.000 habitantes, por lo que, en España, a falta de un censo definitivo, incluye alrededor de 9.000 personas, de las que más de 3.500 están afiliadas a la ONCE.
Las barreras de comunicación, de acceso a la información y de movilidad pueden ser constantes y limitantes, afectando a áreas tan esenciales como la educación, el empleo, la participación social o la autonomía personal. Esto no impide que puedan desarrollar estrategias que les permitan la inclusión, sobre todo con su propio esfuerzo, sus familias y los profesionales especializados de la ONCE y de la Fundación ONCE para la Atención de Personas con Sordoceguera (FOAPS).
Además, la realidad de las personas con sordoceguera es muy variable y las necesidades muy cambiantes en función de los niveles, siempre mínimos, de audición y visión, lo que hace obligado diferentes sistemas de comunicación, especialmente: sistema dactilológico, lengua de signos, sistema de ampliación de sonido o el nuevo modelo de comunicación denominado Dactyls, mezcla de los dos primeros.
Fuente: ONCE