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Derechos Sociales propone un cuestionario de autoevaluación para los 525 servicios afectados por el cambio hacia el modelo de atención centrado en la persona

  • Ocho personas expertas designadas por los centros participan en la Comisión que ha quedado constituida hoy de apoyo a la Red para implantar el nuevo modelo.

 

La apuesta del Departamento de Derechos Sociales por la atención centrada en la persona (ACP) ha recibido un impulso con la constitución este viernes de la Comisión que apoyará a la Red para la implantación este nuevo modelo asistencial, de la que podrá formar parte una representación de hasta 525 centros o servicios sociales acogidos a esta transformación de la atención.

La Comisión está compuesta por ocho personas expertas designadas por las propias entidades titulares de centros o servicios a los que afecta el cambio y dos representantes del departamento. En su primera sesión ha tratado como principal asunto el formulario de autoevaluación que ha elaborado Derechos Sociales para que los centros puedan conocer, en cada momento, el grado de cumplimiento del modelo y a establecer progresivamente las medidas necesarias para el cambio.

A través de esta Red de centros y servicios constituida se canalizará la información sobre las actuaciones que desarrolle el Departamento de Derechos Sociales en este proceso y también será la vía para que los centros hagan aportaciones al respecto.

Con tal fin, se ha habilitado un espacio de trabajo virtual al que todos los centros y servicios que lo deseen podrán solicitar acceso y que contendrá toda la información generada y un foro de debate.

Según establece el Decreto Foral de Autorizaciones, que entró en vigor el pasado 17 de marzo, los centros tienen cuatro años para adaptarse al mismo. La norma contiene las condiciones que deben cumplir en adelante los centros de mayores, discapacidad, enfermedad mental y los distintos servicios sociales, para realizar la transición hacia un modelo de atención que tenga en cuenta y se adapte a las necesidades individuales de cada persona, a partir de los deseos expresados por ella misma.

Se trata de un hito en los servicios de cuidados en la Comunidad Foral que afectará en torno a las 13.000 personas usuarias de alguno de los 525 servicios regulados por el nuevo decreto y los y las 5.000 profesionales de distintas áreas que trabajan en centros de día, residencias y otros tipos de centros y servicios.

Representación de los sectores de mayores, discapacidad, enfermedad mental e inclusión

En la Comisión, el área de mayores estará representada por responsables de las residencias San Miguel de Funes y San Jerónimo,  de Estella-Lizarra; la de discapacidad, por personas de ASPACE y ATENA; la de enfermedad mental por personas de ANASAPS y el Centro Padre Menni; y la de inclusión social por personas de la Red de Lucha Contra la Pobreza y Cáritas. La presidencia corresponde a la Secretaría General Técnica del Departamento de Derechos Sociales.

Imagen de la reunión
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La principal función de la Comisión en esta primera fase es facilitar la implantación del modelo en los centros, haciendo un seguimiento de los avances, a partir de un cuestionario de autoevaluación que ha diseñado. Incluye también entre sus objetivos fomentar la formación y desarrollar liderazgos colaborativos para que el modelo sea lo antes posible una realidad en la Comunidad Foral.

La consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, ha destacado el gran interés mostrado por las entidades en el proceso “de hecho, ha señalado, ha habido más candidaturas que vocalías previstas. Nos consta que muchos centros se adelantaron al decreto y ya llevan un tiempo comprometidos con el cambio de modelo”, ha concluido.

Cuestionario para autoevaluación

Respecto del proceso de autoevaluación propuesto, será de cumplimentación voluntaria y se trabaja para diseñar una versión que se pueda completar digitalmente y facilite la explotación de la información recogida.

Esta herramienta servirá como diagnóstico del grado y nivel de implantación de la atención centrada en la persona. Permitirá obtener una foto de la situación en cada momento y medir los avances en tres dimensiones. En primer lugar, la práctica centrada en las personas usuarias, es decir, el conjunto de actuaciones previstas para la atención de las personas usuarias y las interacciones con ellas, como la historia de vida, el plan de cuidados, la asignación de la persona de referencia, relaciones con la familia, el voluntariado…

La segunda dimensión contempla todo lo relativo a las profesionales y resto del entorno personal de las personas usuarias, y las condiciones necesarias para que puedan ofrecer un cuidado y apoyo centrado en la persona y de calidad. En este caso, tiene en cuenta aspectos como los planes de formación, los planes de contingencia ante crisis sanitarias, los consejos de participación o los planes de igualdad.

El tercer y último bloque se refiere a la gestión de medios y metodologías para garantizar la calidad de atención. Recoge aspectos como el sistema de quejas y sugerencias, la satisfacción de personas usuarias y sus familiares, las instalaciones o la evaluación de la implantación del modelo.

Enlace a la noticia original.

Fuente: Gobierno de Navarra.