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Imagen de una persona en silla de ruedas teletrabajando
Imagen de una persona en silla de ruedas teletrabajando

El CERMI alerta de que estamos a punto de retroceder una década en materia de inclusión laboral de las personas con discapacidad

 

Así lo ha manifestado el presidente del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno, en declaraciones a Europa Press Social, con motivo de la celebración del 1º de mayo, Día del Trabajo en todo el mundo.

“No podemos dulcificar la realidad, simplemente, la situación es devastadora; antes de la pandemia, ya era de exclusión estructural, tras esta todo ha empeorado. El acceso al bien básico del empleo para las personas con discapacidad se ha hecho más difícil y mucho más escaso en número. No solo el ingreso en el mercado laboral, sino la destrucción y la pérdida de empleo ya creado”, afirma Pérez Bueno. Y añade: “Si los efectos económicos y sociales de la pandemia persisten, y todo apunta a que así será, podemos decir con tristeza que habremos perdido una década para la inclusión laboral de personas con discapacidad”.

Sobre la responsabilidad de los poderes públicos en esta situación crítica, el dirigente del CERMI asegura que “a todo esto, tenemos un Gobierno, un Ministerio de Trabajo, ajeno por completo e indiferente a la grave cuestión del empleo de las personas con discapacidad. Sin medidas, sin diálogo con el sector, sin preocupación ni interés. Hemos desaparecido de la agenda pública de las políticas de empleo”, denuncia.

Preguntado por las últimas estadísticas de empleo, Pérez Bueno indica que “por el momento, solo disponemos de datos de contratación, de número de contratos suscritos por personas con discapacidad. Es tan solo un indicador; el resto –tasa de actividad, tasa de empleo e índice de desempleo- tardarán más, van con un año de retraso”. Y precisa que “respecto de la contratación, esta delata ya la magnitud de la destrucción, más de un 30 por 100 de contratos menos, en 2020, en comparación con 2019. El estudio reciente de ODISMET de Fundación ONCE así lo acredita. El impacto es demoledor, en un sector muy débil en términos de empleo incluso en épocas de bonanza económica. Si tomamos este dato como avanzadilla, el resto irán en la misma línea, sino peor. Si no hacemos nada, y me refiero a los poderes públicos, al Gobierno de España, más que de diagnóstico de situación, tendremos que hablar de autopsia, de qué murió”.

Imagen de una persona en silla de ruedas teletrabajando
Imagen de una persona en silla de ruedas teletrabajando

En cuanto a la evolución esperable del empleo tras la pandemia, el presidente del CERMI sostiene que “las personas con discapacidad suman dificultades nuevas a las ya tradicionales, que eran sistemáticas y estructurales. La sociología del trabajo se va a transformar profundamente -el teletrabajo, la tecnificación, etc.- y las personas con discapacidad se enfrentan casi “a pelo” a unos cambios de época viniendo de posiciones previas muy frágiles”.

“Pienso en las mujeres con discapacidad -detalla el responsable asociativo-, o en las personas con discapacidad con mayores necesidades de apoyo, que casi están borradas del mercado laboral. Es cierto que cada vez hay más jóvenes con discapacidad con mayor cualificación, y eso favorece su inclusión laboral, pero todavía son pocos en relación con toda la población con discapacidad que busca activamente empleo”.

Para Pérez Bueno, como aspecto positivo, “tenemos un elemento, casi el único, positivo, y es una robusta iniciativa económica de carácter social -el propio tejido asociativo de la discapacidad en su vertiente emprendedora- que es quien sostiene el empleo y la que avanza como vanguardia, abriendo y dando paso nuevos horizontes.”

Enlace a la noticia original.

Fuente: CERMI Estatal.