- El Departamento de Derechos Sociales y el Ayuntamiento de Pamplona han firmado un convenio para poner en marcha este proyecto piloto.
La consejera de Derechos Sociales, Carmen Maeztu, y al alcalde de Pamplona / Iruña, Enrique Maya, han firmado este lunes un convenio de colaboración por el que una vivienda de propiedad municipal, situada en el Paseo de Sarasate se convertirá en el hogar de 6 personas con discapacidad intelectual, con edades comprendidas entre los 23 y 39 años.
Se trata de un proyecto piloto que permitirá a personas con discapacidad intelectual y grandes necesidades de apoyo en situación de dependencia severa y gran dependencia residir en un piso integrado dentro de la comunidad y desarrollar un proyecto de vida independiente, con los apoyos necesarios.
En la reunión también han participado la directora gerente de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas (ANADP), Inés Francés; la concejala delegada de Servicios Sociales, Acción Comunitaria y Deporte, María Caballero; y la presidenta de Plena Inclusión, Margarita Aguinaga.
La consejera Maeztu ha explicado que la iniciativa está enmarcada en la estrategia de su Departamento para ofrecer una alternativa a la vida en los centros residenciales a personas con discapacidad, de forma que vivan en un hogar, integrado en una comunidad de vecinos, de la forma más autónoma posible y haciendo uso de los recursos comunitarios al alcance de toda la ciudadanía.
Cabe recordar que la atención residencial es un servicio garantizado por la cartera de Servicios Sociales y que el Plan de Discapacidad de Navarra, aprobado para el periodo 2019 – 2025, establece como línea prioritaria el establecimiento de un nuevo modelo de recursos de vivienda y atención residencial.
El convenio suscrito incluye un contrato de arrendamiento de la vivienda para 4 años. Ubicada en el Paseo de Sarasate, y con una superficie de 306,50 m2, la vivienda acogerá a 6 personas de manera permanente y permitirá que 2 más puedan realizar estancias temporales, cada una de ellas con su propia habitación. Estarán atendidas por un equipo constituido por personal cuidador, profesionales de psicología y de limpieza y cocina. A pesar de estos apoyos, en la medida de sus posibilidades, colaborarán en las tareas que implica la convivencia y desarrollarán distintas actividades fuera da la vivienda como la asistencia a un centro de día o centro ocupacional.
La gestión de la vivienda se realizará mediante la fórmula de concierto social y se espera que esté lista para acoger a sus nuevos moradores el próximo otoño. “Ya conocemos a las personas que la ocuparán y les hemos presentado el proyecto a ellas y sus familias. Están muy ilusionadas, cinco llegarán desde sus casas y una desde un centro residencial”.
La consejera ha señalado que el Departamento de Derechos Sociales está preparando otra experiencia piloto similar en Tudela, con cinco plazas permanentes y una para estancias temporales de respiro.
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Fuente: Gobierno de Navarra.